¿es posible que las cosas se hayan vuelto algo aburridas en la comunidad gay?
¿Cuál es la lucha desde que la discriminación ya no es tanta?
¿Estarán tomando conciencia los heteros de que se les pasa el arroz?
¿Por qué las mujeres no entienden de perversiones?
vuelve Ralf König con un puñado de historietas en las que expone sus consideraciones sobre el amor, la familia, el clero, Barbra Streisand, la pornografía, el mariconeo y todas las convenciones sociales habidas y por haber, siempre desde su punto de vista socarrón, tierno, sensato e irresistible.
¡Y el que no sonría va a ser que está muerto!
RALF KÖNIG nació en Soest, Alemania, en 1960. De niño siempre quiso casarse con su padre y tuvo su primera experiencia sexual a los 12 años. Sus progenitores sostienen que de pequeño le fascinaba cierta locutora televisiva, pero él lo achaca a «una minúscula chispa de heterosexualidad en mi cerebro que se apagó rápidamente». Tras iniciarse en el mundo laboral a través de la carpintería y pasar por una escuela de Formación Profesional Superior, su vena artística le llevó a debutar en los escenarios con un espectáculo de travestis. Una fractura en el dedo gordo del pie le aconsejó cambiar los zuecos por un lápiz en la que fue sin duda la decisión más sabia de su vida. Estudia Bellas Artes en Düsseldorf y en 1981 publica su primer álbum en solitario, Schwul Comix 1. Ha llovido lo suyo desde entonces, y hoy día, convertido en símbolo fundamental de la cultura homosexual contemporánea y maestro internacional del humor, König contempla divertido cómo sus historias de narizotas han adquirido una tremenda popularidad, son adaptadas al cine y degustadas en todo el mundo por lectores y lectoras de todas las tendencias sexuales.
¿Cuál es la lucha desde que la discriminación ya no es tanta?
¿Estarán tomando conciencia los heteros de que se les pasa el arroz?
¿Por qué las mujeres no entienden de perversiones?
vuelve Ralf König con un puñado de historietas en las que expone sus consideraciones sobre el amor, la familia, el clero, Barbra Streisand, la pornografía, el mariconeo y todas las convenciones sociales habidas y por haber, siempre desde su punto de vista socarrón, tierno, sensato e irresistible.
¡Y el que no sonría va a ser que está muerto!
RALF KÖNIG nació en Soest, Alemania, en 1960. De niño siempre quiso casarse con su padre y tuvo su primera experiencia sexual a los 12 años. Sus progenitores sostienen que de pequeño le fascinaba cierta locutora televisiva, pero él lo achaca a «una minúscula chispa de heterosexualidad en mi cerebro que se apagó rápidamente». Tras iniciarse en el mundo laboral a través de la carpintería y pasar por una escuela de Formación Profesional Superior, su vena artística le llevó a debutar en los escenarios con un espectáculo de travestis. Una fractura en el dedo gordo del pie le aconsejó cambiar los zuecos por un lápiz en la que fue sin duda la decisión más sabia de su vida. Estudia Bellas Artes en Düsseldorf y en 1981 publica su primer álbum en solitario, Schwul Comix 1. Ha llovido lo suyo desde entonces, y hoy día, convertido en símbolo fundamental de la cultura homosexual contemporánea y maestro internacional del humor, König contempla divertido cómo sus historias de narizotas han adquirido una tremenda popularidad, son adaptadas al cine y degustadas en todo el mundo por lectores y lectoras de todas las tendencias sexuales.
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