James Bull, de 23 años, dijo que él y Jonathan Williams, de 26, con quien tenía una cita amorosa, fueron expulsados del pub John Snow, luego de que un empleado del establecimiento objetara que se estuvieran besando.
Aunque el establecimiento no es un "bar gay", el incidente ocurrió muy cerca de la zona gay de Soho. Los dueños se negaron, hasta ahora, a comentar sobre lo ocurrido.
Según Bull, una mujer que dijo ser la dueña del bar les ordenó abandonar el lugar por comportarse de forma "obscena".
La policía está investigando el incidente, pero mientras, en Twitter y Facebook ha ido tomando forma una protesta que planes una sesión de besos en el bar en cuestión.
"Me sentí sucio"
"Sólo nos habíamos besado. No era nada obsceno. El hombre nos advirtió que si no le bajábamos tendríamos que irnos."
James Bull
"Me sentí denigrado. Me sentí físicamente enfermo y ambos estábamos temblando", dijo Bull.
"Me hizo sentir sucio. Nunca había experimentado algo como eso".
El joven señaló que un hombre que se presentó como el propietario del bar primero objetó que se estuvieran besando. Eso ocurrió poco después de las 9 de la noche del miércoles.
"Nos estábamos besando y un señor quien dijo ser el propietario se acercó y nos dijo que paráramos, que no quería ver eso, que lo ofendía", dijo Bull.
"Sólo nos habíamos besado. No era nada obsceno. El hombre nos advirtió que si no parábamos tendríamos que irnos".
"Estábamos por terminar nuestras bebidas e irnos, pero otra persona en el bar dijo que el hombre no tenía derecho a hacer eso".
"Veneno y enfado"
Un testigo del incidente, Jamie Morton, de 23 años, señaló: "Yo estaba realmente horrorizado y dije: 'Eso es indignante, no se puede decir eso.'"
Bull cuenta que se tomaron otra bebida y se pararon para irse. "Le di a Jonathan un besito rápido en los labios".
"Una mujer que se presentó como la propietaria se acercó y dijo: 'Necesitan irse, están siendo obscenos.'"
"El hombre que inicialmente se había presentado como propietario tomó a Jonathan del cuello antes de irnos".
Morton, el testigo, señaló: "Fue exagerado y agresivo. Había mucho veneno y enfado dirigido a estos jóvenes amables que, de verdad, no estaban haciendo nada malo".
No obstante, el ex presidente de la Asociación de Expendedores de Bebidas, Daniel Griffiths, dijo a la BBC que el dueño de un bar puede aplicar las reglas que quiera en su establecimiento.
Afirmó que la pareja debió haber abandonado el bar en Soho tan pronto les hubieran llamado la atención.
"Nosotros imponemos las reglas y las hacemos cumplir. Al que no le guste las reglas de la casa, que se vaya".
La polémica ha desatado una campaña a través de Twitter y en Facebook, desde donde se ha organizado un manifestación para que muchos se den besos en el mismo bar la próxima semana.