La otra familia rompe esquemas

Jean Paul y José María son una pareja homosexual de la Ciudad de México que acaba de adoptar a Hendrix. Para ellos lo más importante es que ese niño, hijo de una madre drogadicta, tenga un espacio familiar sano en el que pueda desenvolverse, estudiar y convivir con otros niños de su edad.

Este es el argumento de la cinta La otra familia, dirigida por Gustavo Loza (Al otro lado, 2004) y protagonizada por Luis Roberto Guzmán, Jorge Salinas, Ana Serradilla, Nailea Norvind, Ana Soler, Silverio Palacios y Alejandro Calva, que se terminó de rodar este lunes, un día antes de que la Asamblea Legislativa del DF aprobó la ley que avala los matrimonios de personas del mismo sexo y la adopción.

“Actualmente vivimos en una diversidad familiar en la que todos estamos involucrados de una u otra manera, con un hombre o una mujer. De unos años a la fecha el término de familia se ha modificado y, aunque apoyo la familia tradicional, creo que cada ser humano tiene el derecho de formar una de la manera que lo desee”, expresó Luis Roberto Guzmán.

“Esta cinta trata de mostrar la diversidad familiar que existe ahora y en la que una pareja busca ayudar a un niño desprotegido que necesita amor”, agregó.

Luis Roberto encarna a Chema, un hombre que vive una relación de pareja con el exitoso publicista y asesor político, Jean Paul, interpretado por Jorge Salinas.

En una de las escenas, filmada en el sur del DF, se aborda la dificultad que la pareja enfrenta al inscribir a Hendrix en un colegio, pues el director de éste pone en tela de juicio su relación homosexual al mismo tiempo que les da un discurso en el que sale a flote el “qué dirán”.

“No creo que en la sociedad exista una apertura a lo diferente, lo cual considero un pensamiento negativo. Tengo una firme percepción de lo que es la familia heterosexual, pero también concibo la idea de ser humanitario y tener ganas de dar amor a los que más lo necesitan sin importar las preferencias de los personajes. Coincido en que la idea central de La otra familia es ayudar al prójimo, en este caso, a un niño que lo necesita”, complementó Jorge Salinas.

Durante las ocho semanas de rodaje, tanto Salinas como Guzmán se sometieron a algunos cambios de imagen para mimetizarse y hacer más verosímil el personaje homosexual que interpretaron.

Salinas, quien hace diez años participó en Sexo, pudor y lágrimas, contó que tuvo que proyectar una imagen bastante pulcra al interpretar a un publicista y asesor de imagen, por lo que se sometió a una depilación discreta de cejas y los maquillistas le rasuraron el vello que tiene debajo de los ojos.

De igual forma, sus uñas tenían que lucir uniformes y limpias por lo que le hicieron manicure.

Por su parte Guzmán observó varios filmes de temática homosexual para aprender algunas actitudes corpóreas. De entrada vio Milk, con Sean Penn, y Mi segunda piel, protagonizada por Javier Bardem y Jordi Mollá. De igual forma vio varios programas con temática gay y del mundo de la moda para aprender cómo se visten los que se dedican a esa industria.

Aunque el tema central no es la relación homosexual que sostienen los personajes, es un hecho que en la cinta se verán algunos besos entre Luis Roberto Guzmán y Jorge Salinas.

Según lo expresado por el director, la decisión de incluir estas escenas se debió a que una pareja, ya sea homosexual o heterosexual, en su vida diaria se saludan de beso en la boca, se abrazan o dan ánimos en momentos difíciles.

“Es algo normal, todos los seres humanos nos demostramos nuestro cariño. Mi idea no es ofrecer imágenes fuertes o sexuales, pues ése no es el tema y tampoco me interesa reflejar esa parte íntima de las personas, esto no es cine gay. Creo que las cosas son como son y hay que reflejarlas”, sentenció Loza.

En cuanto a la sensibilidad que su proyecto generará en la sociedad mexicana, Gustavo Loza confía en que la gente se dé cuenta de que los tiempos han cambiado, pues para él ahora es el momento adecuado para hablar de estos temas.

“Aunque nos guste o no, las familias se han modificado a nivel mundial. La familia tradicional está dejando de existir, cosa que es una pena, pero este tipo de familias es una realidad”, afirmó el realizador.